sábado, 21 de mayo de 2011

ALGUNAS PLANTAS URTICANTES

ORTIGA

CORTADERA


PRINGAMOZA BLANCA

ORTIGA


PRINGAMOZA ROJA


martes, 18 de enero de 2011

CAMINAR, ALGO MÁS QUE CAMINAR

Para caminar, simplemente vastan nuestros pies, pero el caminar con propósito, da sentido no sólo a dicho acto, sino también a nuestra vida, caminar ha sido la base del ascenso del hombre, caminando se superan obstáculos y se alcanzan metas.
Definido el propósito de nuestro caminar como una interacción con nuestro entorno para el mutuo beneficio y la mutua perservación se fijan ahora metas que alcanzar durante nuestro transcurrir, las que logran alcanzarse nos brindan riqueza (algo por encima de la fortuna), las que presentan obstáculos nos exigen ser lo que ignoramos que podemos ser, nos fortalecen, nos engrandecen y nos forman: NOS HACEN VIVIR.
Cuando aprendemos a caminar, empezamos a sentir con los pies la piel del mundo, y entendemos que pisar es diferente de pisotear; es entonces que comprendemos que beneficiarse de la naturaleza implica respeto y reciprocidad.
Nuestro caminar por la naturaleza establece como objetivos:
* Volver a casa.
* Entrar a casa siendo mejores que cuando salimos.
* Dejar tras de nosotros un mundo igual o mejor que el que encontramos cuando salimos de casa.
Si, es prioritario volver a casa, se precisa modificar nuestra conducta y nuestros comportamientos para lograr dicha objetivo, la no agresión es una gran herramienta para el intercambio cultural inevitable en nuestra itinerancia, aceptar la individualidad, valorar logros y respetar las deficiencias de todos aquellos que a nuestro paso enriquecen nuestro caminar, nos permite dejar una huella valiosa y nos incrementa las posibilidades de un retorno feliz.
Permitir que la naturaleza se apropie de una parte de nuestro ser, no es más que darle cavida a la ecuanimidad, somos porque ella es, pero la naturaleza puede ser y estar sin nosotros; sin embargo su generosidad no le da tiempo para ser egoísta excluyendonos. Dejar que la naturaleza nos modifique, entrar en armonía con su ritmo, nos hace sentir mejor.
Intevenir de manera positiva, reduciendo o eliminando posibilidades de deterioro de nuestro entorno nos incluye en la vida, la preservación nos hace agentes de un mejor mundo presente y futuro.

Caminar es dibujar con nuestros pies un trozo de nuestra vida sobre este maravilloso mundo.